La ESPM aborda el impacto de los fenómenos naturales en la población y ofrece ciertas recomendaciones
En el marco del Ciclo de Videoconferencias ESPM 2024, el pasado martes 8 de octubre, la Dra. Adriana Ramírez Sánchez, Subdirectora de Gestión Académica de la ESPM, presentó la conferencia “Los fenómenos naturales y su impacto en la población: prevención y salud pública”, en la cual expuso los efectos de estos eventos en las comunidades y propuso diversas estrategias de prevención y mitigación, tanto a nivel individual como colectivo.
Durante su intervención, la Dra. Ramírez abordó la manera en que huracanes, terremotos y erupciones volcánicas –los tres fenómenos naturales más frecuentes en México– afectan principalmente a los grupos vulnerables: niñas y niños, personas adultas mayores y personas con necesidades especiales. Enfatizó que estos eventos no solo provocan daños físicos, sino también afectaciones a la salud mental y emocional de las personas afectadas.
Diferencia entre sismos, temblores y terremotos
La Dra. Ramírez detalló las características de los sismos, temblores y terremotos, que se distinguen en frecuencia, intensidad y profundidad. Los sismos representan liberaciones de energía de corta duración y pueden variar en intensidad; los temblores son sacudidas leves y pasajeras, mientras que los terremotos son movimientos intensos con potencial para causar daños severos en estructuras y pérdida de vidas.
Estos fenómenos, explicó, suelen ser consecuencia de rupturas en la corteza terrestre, erupciones volcánicas o el hundimiento de tierra erosionada. La magnitud de estos eventos se mide en la escala de Richter, en la que los terremotos de magnitud mayor a 8 son considerados devastadores. En cuanto a la profundidad, los sismos superficiales, que ocurren a menos de 70 kilómetros de profundidad, tienden a ser los más destructivos.
Impacto en la salud de la población
Entre los efectos directos de estos fenómenos destacan las muertes, atrapamientos y lesiones musculo-esqueléticas (laceraciones en un 65%, fracturas en un 22% y contusiones en un 6%). A largo plazo, las afectaciones de salud incluyen problemas cardiovasculares, psicológicos e infecciosos. La Dra. Ramírez advirtió que aproximadamente el 60% de los terremotos están asociados con mortalidad y lesiones graves, como fracturas múltiples y síndrome de dificultad respiratoria, así como complicaciones infecciosas como sepsis.
Asimismo, detalló los problemas de salud mental que surgen tras estos eventos: ansiedad, depresión, estrés postraumático, así como aumento en el consumo de alcohol y drogas. Según la OPS, en las primeras 72 horas se observan crisis emocionales agudas, inmovilidad psíquica, ansiedad y confusión. En jóvenes se han reportado cuadros de ideación suicida, especialmente entre quienes han perdido familiares, además de un incremento en los trastornos por estrés postraumático.
Recomendaciones para la prevención durante un fenómeno natural
La Dra. Ramírez destacó una serie de recomendaciones específicas para mitigar los daños en caso de un sismo:
- Dentro de casa: no salir para evitar la caída de objetos; apagar la estufa; tirarse al piso y cubrir la cabeza y el cuello bajo una mesa.
- Al aire libre: alejarse de objetos que puedan caer; si se está en un vehículo, no estacionarse en puentes ni pasos a desnivel, y no salir del auto.
- En lugares públicos desconocidos: localizar las salidas de emergencia y zonas de seguridad, bloquear las ruedas de sillas de ruedas y proteger la cabeza. En cines y auditorios, permanecer sentado y cubrir la cabeza sin intentar evacuar de inmediato.
Medidas para la protección de la vivienda
Inspeccionar y asegurar la vivienda es esencial para reducir el riesgo de daños. La Dra. Ramírez aconsejó fijar muebles y objetos que puedan caer, identificar las llaves de corte de electricidad, gas y agua, y llevar a cabo simulacros de evacuación que permitan calcular el tiempo y los posibles riesgos al salir de la vivienda.
Otros fenómenos naturales: tsunamis, huracanes y erupciones volcánicas
Además de los sismos, la Dra. Adriana Ramírez abordó medidas de prevención ante otros fenómenos naturales, tales como:
- Tsunamis y maremotos: Causados por movimientos sísmicos bajo el mar, estos fenómenos requieren una respuesta rápida. La recomendación es evacuar hacia zonas elevadas tras el cese del movimiento telú
- Huracanes, ciclones y tormentas: Estos fenómenos traen consigo fuertes vientos e inundaciones, con el riesgo de ahogamiento, laceraciones y desplazamiento de personas. Es crucial asegurar objetos sueltos, limpiar desagües y tener un plan de refugio en caso de evacuación. En viviendas seguras, se recomienda cerrar puertas y ventanas, y contar con artículos de emergencia.
- Erupciones volcánicas: México tiene dos volcanes activos, el Popocatépetl y el de Colima. La Dra. Ramírez indicó que, en caso de caída de cenizas, se debe permanecer en casa, sellar ventanas y ventilas, cubrir depósitos de agua y vehículos, y limpiar la ceniza acumulada en techos. Es importante evitar el contacto directo con la ceniza y el ejercicio al aire libre.
Gestión de desastres en salud pública
La Dra. Ramírez subrayó la importancia de la salud pública en la gestión de desastres, la cual implica tanto la reducción de riesgos como la fase de recuperación. La reducción de riesgos incluye actividades de preparación y mitigación, mientras que la recuperación abarca la rehabilitación y reconstrucción de las comunidades afectadas. En salud pública, la gestión de desastres incluye la creación de intervenciones educativas, la mitigación de efectos en la salud y la colaboración con instituciones clave, como la Cruz Roja y CONAGUA, para coordinar una respuesta rápida.
Finalmente, la Dra. Ramírez destacó la responsabilidad de la salud pública en casos de desastre, promoviendo programas de planificación, organización y participación activa de la sociedad civil. Estas acciones son esenciales para responder ante fenómenos naturales, reducir la vulnerabilidad de la población y proteger la salud en situaciones de emergencia.
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