La Atención Primaria de la Salud es fundamental y prioritaria para garantizar el derecho universal a la salud
Como parte del Ciclo de videoconferencias ESPM 2024, el miércoles 27 de febrero, el Dr. Rosbel Toledo Ortiz, coordinador de educación e investigación del IMSS Bienestar, impartió la conferencia “Educación permanente y atención primaria de salud”. En ella, destacó la relevancia de la educación en la formación del personal de salud que se integra al nuevo enfoque del modelo de atención primaria de salud (APS) en nuestro país.
El Dr. Rosbel Toledo inició su conferencia planteando una reflexión sobre qué implica estar saludable y qué contribuye a mantener la salud. Subrayó que el concepto abstracto de salud está ligado a todo lo que favorece el bienestar, resaltando así la labor de los profesionales de la salud, cuyo trabajo impacta directamente en la calidad de vida de las personas y las comunidades al mejorar los entornos que promueven la salud.
Para contextualizar el concepto de APS, el Dr. Rosbel Toledo cuestionó la traducción de la definición establecida en Alma-Ata en 1978. Señaló que este concepto va más allá del primer nivel de atención o la atención inicial, siendo esencialmente el núcleo, lo fundamental y prioritario en la atención de la salud. Lo describió como un enfoque sistémico que engloba los tres niveles de atención, la acción comunitaria y las intervenciones multisectoriales en pro de la salud. Destacó la necesidad de fortalecer el primer contacto como puerta de acceso a los servicios de salud y la recuperación, pero advirtió que no debe confundirse con ser sinónimo de APS. Romper este paradigma de asociar APS únicamente con la atención inicial es crucial, según el Dr. Toledo. Asimismo, explicó que la APS abarca una estrategia completa de organización y funcionamiento del sistema de salud, concebida como un todo, con el objetivo primordial de garantizar el derecho universal a la salud (OPS, 2020). Esta estrategia integral se fundamenta en tres pilares fundamentales: 1) políticas y acciones multisectoriales; 2) sistemas de salud integrados (incluyendo instituciones del sector); 3) empoderamiento de poblaciones y comunidades (ya que es en estas donde se gestan las enfermedades y se toman decisiones que afectan la salud).
Capuntar que es fundamental contar con comunidades empoderadas para mejorar sus entornos, fomentar los determinantes sociales de la salud que influyen positivamente en el bienestar de las personas y promover decisiones saludables. La APS representa una estrategia completa y sistémica que abarca tres niveles de atención, con un énfasis particular en fortalecer el primer nivel, pero involucrando también a otros sectores y a las comunidades. Además, el Dr. Rosbel Toledo resaltó que el concepto de APS ha evolucionado desde su mención en Alma-Ata hace cuarenta años, hasta su plena adopción en la Declaración de Astana en 2018. Destacó cómo, incluso durante la pandemia, se han utilizado estrategias de APS y promoción de la salud para hacer frente a la crisis. Al abordar la importancia de adoptar este enfoque, señaló el aumento de las tasas de mortalidad en poblaciones sin seguridad social, así como la mayor vulnerabilidad de ciertos grupos para desarrollar enfermedades y morir por causas prevenibles.
El coordinador de educación e investigación del IMSS Bienestar también recordó que el objetivo principal de los sistemas de salud es preservar y mejorar el nivel de salud de las personas. Por ello, subrayó la importancia del impacto directo de la APS en la salud de la población, enfatizando en la necesidad de acciones multisectoriales que influyan positivamente en los determinantes sociales de la salud, creando entornos que faciliten la toma de decisiones saludables y que sean más seguros y saludables para todos.
Determinantes sociales: disparidades que afectan la salud de la población
En esta videoconferencia se destacó además la importancia de los determinantes sociales de la salud en las poblaciones, ya que sus diversas disparidades o características influyen en su acceso a los servicios de salud y en los riesgos que enfrentan, dependiendo de su estratificación social. Refiriéndose al modelo de determinantes sociales de la salud de Dahlgram y Whitehead, el Dr. Rosbel Toledo señaló que la salud no solo se ve afectada por los estilos de vida individuales, sino también por las redes sociales y comunitarias, así como por las condiciones socioeconómicas, culturales y medioambientales. Estos determinantes sociales contribuyen a la desigualdad en la distribución de la salud, lo que subraya la importancia de abordar las necesidades individuales de las personas, lo cual está intrínsecamente ligado al concepto de equidad. Por ende, el objetivo de la APS es mejorar la equidad en la prestación de servicios de salud, basándose en un marco conceptual integral que enfatiza la atención centrada en la persona, la familia y la comunidad. La APS busca que los profesionales de la salud no solo brinden servicios médicos, sino que también actúen como defensores de los derechos de las personas, equipados con las competencias y habilidades necesarias para ofrecer una atención efectiva.
El coordinador de educación e investigación del IMSS Bienestar señaló que en México se sigue un modelo biologicista o biomédico centrado en la atención a la enfermedad a nivel individual, lo que se refleja en la infraestructura de salud del país, diseñada principalmente para tratar enfermedades en lugar de promover entornos saludables que fomenten el bienestar y la prevención de enfermedades. En contraste con este enfoque patocéntrico o biomédico, la APS prioriza la atención integral de la persona. Con el objetivo de implementar un modelo de APS más amplio, México está trabajando en un enfoque basado en la Pirámide de Impacto en Salud[1], que comienza con la promoción de la salud en entornos saludables, la prevención de enfermedades y luego se centra en aspectos más específicos e individuales, considerando todas las esferas del bienestar (social, ocupacional, intelectual, financiero, físico, etc.).
Desde este enfoque, el Dr. Toledo sugirió seguir el principio de congruencia y, como profesionales de la salud, abordar tanto la salud de las personas como la propia, considerando qué es conveniente o no según las metas de salud individuales. Subrayó la importancia de la prevención de enfermedades y la necesidad de contar con una sólida capacidad de atención de la APS para evitar el desarrollo de las mismas. En este sentido, enfatizó que los profesionales de la salud deben poseer no solo competencias técnicas, sino también una actitud y comportamiento fundamentados en valores como el servicio, la dignidad, la honestidad y la compasión, aspectos que no siempre se enseñan en las escuelas pero que pueden cultivarse. El personal de salud –dijo– debe comprender qué hacen, cómo lo hacen y por qué lo hacen, para otorgar significado y propósito a su labor, generando así motivación a partir de un propósito claro.
Un aspecto crucial que resaltó como fundamental para la APS es la gestión de la salud poblacional, que implica la identificación, estratificación, focalización, seguimiento proactivo y vinculación de la población, todo ello desde el primer nivel de atención para priorizar y dirigir la atención de manera efectiva. Propuso la creación de un panel de atención como herramienta para identificar y diagnosticar las necesidades de salud de la población, facilitando así la elaboración de planes estratégicos integrales.
La educación como herramienta fundamental para promover la salud y prevenir enfermedades
El Dr. Toledo enfatizó la necesidad de derribar las barreras de acceso a la salud, lo cual requiere tanto educación para la salud en consultas grupales como formación continua para el personal sanitario. La estrategia de APS que México aspira a implementar demanda un personal de salud competente, con capacidad de mejora continua y educación que permita el fortalecimiento de competencias (conocimientos, habilidades y actitudes), basado en los principios de compasión, valor, contribución, justicia y servicio. Resaltó que la compasión va más allá de la empatía e implica identificar el dolor de otro, saber que se puede hacer algo para mitigarlo y, finalmente, actuar en consecuencia. En cuanto a la actitud, señaló que permite a los profesionales de la salud comprender el propósito detrás de sus acciones.
Dado que los estilos de vida influyen significativamente en la salud de las personas más que los sistemas de salud, que suelen centrarse en la “curación que en la promoción de la salud”, el Dr. Rosbel Toledo enfatiza la necesidad de reorientar los servicios hacia la prevención, aumentando las acciones preventivas tanto dentro como fuera de las instalaciones de salud. En cuanto a la formación de los profesionales de la salud, sugiere iniciar desde el pregrado con un enfoque en el aprendizaje significativo, sensibilizando sobre el propósito de las acciones y proporcionando mentores o modelos a seguir que enseñen mediante el ejemplo. Destacó que en la evaluación del desempeño de los sistemas de salud se deben considerar aspectos como la reacción de los participantes, el cambio en su nivel de conocimientos, habilidades y actitudes, así como los cambios en el comportamiento, en la organización y en los resultados clínicos de las personas.
Para mantener y mejorar la salud de la población, el Dr. Toledo señala tres pilares fundamentales: educación continua, educación permanente y aprendizaje a lo largo de la vida, relacionados con la educación interprofesional desde la formación inicial, promoviendo así la práctica colaborativa. Explica que la educación permanente responde a las necesidades sociales y se enfoca en los actores y las necesidades de la comunidad, mientras que la educación continua se centra en la capacitación y profesionalización, es decir, en el desarrollo laboral. Por otro lado, el aprendizaje a lo largo de la vida está vinculado con la democratización de la educación, buscando la mejora continua de la comunidad, la capacitación de instructores o expertos en el caso de la educación continua, y el fomento de la autonomía en los aprendizajes individuales para el aprendizaje a lo largo de la vida.
Es previsible que alrededor del 80% del personal de salud graduado de instituciones educativas se integre al sector público. Para implementar con éxito una estrategia de APS en el sistema de salud nacional, es crucial mejorar las relaciones e interacciones tanto interprofesionales como interpersonales entre los diversos profesionales de la salud, fomentando la colaboración entre diferentes perfiles. Se debe buscar alinear los intereses individuales con las necesidades sociales, priorizando la formación en áreas necesarias, como especialidades y subespecialidades, para garantizar un cumplimiento óptimo y equilibrado de las demandas del servicio y mejorar la atención a las personas.
Al concluir su conferencia, el Dr. Rosbel Toledo resaltó la importancia de que los profesionales de la salud operen dentro de un marco de control y demanda específico, subrayando la necesidad de cuidar la salud mental de estos profesionales y promover el desarrollo de habilidades para la vida, así como habilidades cognitivas y sociales entre los proveedores de servicios.
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Referencias:
[1] Pirámide de impacto en salud publicada en la American Journal of Public Health en 2010 y vuelta a publicar en 2015 por el New England journal of medicine.