7º Conversatorio: “Impacto en la Pandemia por Covid-19 en la población trabajadora”
Moderado por el Dr. Mauricio Hernández Ávila, ex director general del INSP y actual director de Prestaciones Económicas y Sociales del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el 28 de octubre de 2021 se llevó a cabo el 7º Conversatorio Hacia los Cien años de la ESPM, para abordar el tema “Impacto en la Pandemia por Covid-19 en la población trabajadora”. El conversatorio contó con la participación del Dr. Víctor Hugo Borja Aburto, titular de la Unidad de Educación e Investigación del IMSS; la Dra. Marcela Tamayo y Ortíz, titular de la Unidad de Investigación de Salud en el Trabajo Social del IMSS; el Dr. Waldo Iván Vieyra Romero, Jefe de la División de Estudios Técnicos del IMSS; el Dr. Steve Wurzelbacher, Gerente del Centro de Estudios de Compensación para Trabajadores del NIOSH (Instituto Nacional para la Seguridad y Salud Ocupacional, por sus siglas en inglés); y el Mtro. Chad Dowell, subdirector adjunto de NIOSH para preparación y respuesta ante emergencias.
Para iniciar la conversación con los expertos invitados, el Dr. Mauricio Hernández comentó que la Escuela de Salud Pública de México (ESPM) no se ha caracterizado por ofrecer una formación en salud para el trabajo, por lo que es necesario –dijo– sembrar una semilla entre el IMSS y el INSP para tener un programa conjunto en México que permita fortalecer el entrenamiento de alto nivel en este campo de la salud.
Fue la Dra. Marcela Tamayo quién abrió la ronda de participaciones del séptimo conversatorio compartiendo los principales del estudio “Impacto de la Pandemia Covid-19 en trabajadores del sector privado afiliados al IMSS”, y señaló que el IMSS es la institución con mayor presencia en la atención a la salud y en la protección social de los mexicanos dado que entre 2019 y 2020 tuvo casi 20 millones de trabajadores asegurados, a los que se suman sus familias beneficiarias, cubriendo a casi 57 millones de mexicanos, más otros 12 millones a través del IMSS-Bienestar, contando con más de 5 mil unidades médicas que dan atención cotidiana a sus derechohabientes.
La Dra. Tamayo explicó que el estudio consistió en extraer las incapacidades de trabajo temporales (ITTs) solicitadas por trabajadores afiliados al IMSS y asociarlas con un diagnóstico clínico, con tasa por semana epidemiológica y por sector y subsector económico. Las ITTs reportadas fueron aquellas asociadas con Covid-19, enfermedades respiratorias agudas, influenza, neumonías y otras enfermedades respiratorias. Mediante el estudio se observó la distribución de diagnósticos clínicos, en los cuales el Covid-19 tuvo el mayor número de incapacidades que, en promedio, se prolongaron hasta por 13 días de incapacidad por trabajador, siendo mayoritariamente solicitadas por trabajadores hombres, y originando la pérdida de 17 millones de días laborales en el periodo estudiado. Asimismo, se pudo observar que la población de personas de 60 años o más tuvieron el mayor número de hospitalizaciones.
Comparando 2015 y 2019 se pudo notar una incidencia geográfica donde el estado de Durango tuvo el riesgo más alto y Yucatán el más bajo. Los rubros de manufactura y comercio fueron los más afectados y en los que se observaron las tasas de ataque más altas, tanto en el sector de transporte como en las tiendas de autoservicio, respectivamente. También los sectores de servicios a la salud y educativos tuvieron tasas de ataque elevadas.
Para finalizar su reporte, la Dra. Tamayo advirtió sobre una posible subestimación en los resultados obtenidos por el estudio, ya que no todos los casos confirmados solicitaron ITT-ER, los asintomáticos tampoco se vieron reflejados y no todos quiénes enfermaron se atendieron en el IMSS.
Por su parte, el Dr. Waldo Vieyra abordó el tema: “Población asegurada de empresas de servicios médicos, paramédicos y auxiliares”. Mostró el impacto que tuvo la pandemia por Covid-19 específicamente en ese sector de trabajadores de la salud, haciendo saber que en el periodo comprendido entre enero de 2020 al 22 de octubre de 2021 se expidieron en estas empresas 72,600 incapacidades, representando un mayor impacto de incidencia de incapacidades en este sector que en el de las empresas esenciales, con un total de 651,296 días subsidiados, equivalentes a 143 millones de pesos.
Las incapacidades –aseguró el Dr. Vieyra– ”son reflejo fiel de lo que observamos en la atención médica, consultas, ingresos, egresos hospitalarios y defunciones”. Covid-19 concentró la mayor parte de las incapacidades y representó el 84.4% de defunciones en relación a las consultas. Mediante un tablero dinámico se pudo observar el comportamiento de la pandemia durante 2020 y 2021 donde hubo una mayor concentración de casos primero en el centro, luego en el noreste y después en el sureste del país. Posteriormente, durante su exposición resaltó también el hecho de que este sector laboral logró mantener la contratación de sus trabajadores durante la pandemia e incluso la aumentó, probablemente debido a las reformas en las regulaciones del outsorcing.
El Dr. Víctor Borja, por su parte, abordó el estudio “Infección y muerte por COVID-19 en una cohorte de trabajadores de la salud en México”, y relató que los esfuerzos de reconversión hospitalaria que se realizaron en el Instituto Mexicano del Seguro Social se concentraron en tener hospitales con la infraestructura adecuada para atender a la población afectada por Covid-19, contar con equipamiento y medicamentos para atender casos graves, así como tener a la población de trabajadores de salud capacitada y protegida brindando equipos de protección personal.
Sobre le estudio realizado el Dr. Borja explicó que se quería conocer qué tan severa era la incidencia de enfermedad en este sector y saber si la carga de enfermedad era tan importante para los trabajadores de la salud en México como lo reportaba el Sistema Oficial de Reportes, en el cual se afirmaba que en México se habían enfermado y muerto la mayor cantidad de trabajadores de la salud, comparado con otros países.
El estudio se llevó a cabo de marzo a diciembre de 2020; observándose una cohorte de 542,381 trabajadores, mediante seguimiento ante sospecha y confirmación por PCR en tiempo real, haciendo foco en los equipos de médicos que entraron en contacto directo con pacientes Covid y que fueron denominados “Equipos Covid”, los cuales atendieron un máximo de 24 pacientes por equipo. Por su parte, a los trabajadores mayores de 65 años y con comorbilidades se les envió a resguardo domiciliario. Esta población, de unos 40 mil trabajadores, representa el 7% de la población del IMSS. Del total de trabajadores activos (500,920) hubo 144,630 sospechosos, representando el 28.9%. En el caos de los trabajadores en resguardo, la incidencia de casos sospechosos representó el 24.7%. Mientras que el índice de caos positivos de trabajadores activos fue de 14.7% y de trabajadores en resguardo del 12.2%. La tasa de infección por cada 100 trabajadores fue mayor para los “Equipos Covid”, con 20.1% confirmados por PCR positiva, contra el 12% para los trabajadores en resguardo. La tasa de hospitalización resultó muy semejante en ambos grupos.
En cuanto a las tasas de mortalidad, estas se comportaron a la inversa con 18.1 casos por cada 10 mil en resguardo domiciliario; 10.1 por cada 10 mil en activos; y en “Equipos Covid”, 5 por cada 10 mil trabajadores.
La tasa de letalidad fue de 1.5 por cada cien en resguardo y 0.2 por cien en “Equipos Covid”. Y la de infección fue mayor para camilleros y enfermeras, así como para el personal de limpieza. La mayor tasa de mortalidad observada fue para el personal de ambulancia, con 44.9 por cada 10 mil, e Inhaloterapeutas, con 22 casos por cada 10 mil.
Mediante este estudio se concluyó que las comorbilidades aumentaron la letalidad de la infección y se observó que los trabajadores en “Equipos Covid” tuvieron la mayor tasa de infección del total de la población de trabajadores activos y en resguardo.
En su oportunidad el Mtro. Chad Dowell, asesor de casos Covid en el Equipo de Respuesta del CDC estadounidense, dio a conocer cuales fueron los impactos de la pandemia por Covid-19 en los lugares de trabajo, considerando que Covid, si bien no es una enfermedad propiamente ocupacional, sí afecta a las personas en su lugar de trabajo.
EL Mtro. Dowell señaló que en EEUU no hay un sistema nacional para reportar los brotes a las agencias gubernamentales o al CDC, pero que fueron los diversos sistemas de información existentes en los estados quienes reportaron los brotes, y esa información ha servido para entender los impactos de la Covid-19 en los lugares de trabajo. Asimismo, relató que el Departamento de Salud en Washington tuvo solamente 2 casos confirmados después de 14 días, pero tuvo 1500 brotes en 40 contextos que no son de atención y hasta el 4 de septiembre de 2021 identificó 137 brotes en lugares de trabajo, particularmente relacionados con servicios de alimentos, restaurantes, venta al detalle, escuelas, abarrotes, guarderías y albergues. En tanto la autoridad de Óregon –que sí hace publicación de los brotes en los lugares de trabajo– reportó más de 26 mil casos y 137 muertes relacionados con estos brotes, de los cuales 124 fueron en lugares como cárceles, escuelas, lugares de emergencia, bodegas, agricultura, preparación de alimentos y transporte. El estado de Tennessee reportó 500 grupos con 2 o más casos en el mismo lugar (que no hubiese sido el hogar) e identificó 13 contextos diferentes, concentrándose en asilos y cárceles, con un 5%. En Carolina del Norte los brotes se identificaron mayoritariamente en instalaciones donde procesan aves.
Así pues, el 80% de los brotes –afirmó el Mtro. Dowell se dieron en clusters de trabajo. A partir de julio de 2021 los brotes empezaron a aparecer en diferentes contextos: preescolares, escuelas, servicios médicos, construcción, casinos, hoteles, oficinas, policía, servicios de entrega y bodegas. El estado de Luisiana reportó más de 1300 brotes y 900 casos a partir de agosto 2021. El 5% de estos brotes se dieron en lugares de trabajo, además de bares, industria y tiendas.
El Mtro. Dowell señaló que en febrero de 2021 el CDC publicó guías para los negocios y empleadores que, a su vez, fueron utilizadas para la elaboración de guías específicas para las distintas industrias, e instrucciones para las distintas instalaciones (abarroterías, restaurantes, bancos, etcétera).
A decir del Mtro. Dowell durante la pandemia no se tenía en su país un sistema nacional para reportar los brotes ni la información de los diferentes casos, por ello NIOSH pretende ayudar a la comunidad a identificar casos, para lo cual está trabajando con diferentes jurisdicciones a fin de tener datos de los casos, mejorar las capacidades de vigilancia y saber qué fue lo que pasó en los distintos contextos. Para ello –señaló– se debe implementar la capacitación dando información sobre reconocimiento y decodificación de los datos para completar la información de casos. También señaló la necesidad de mejorar la recopilación de los datos de la industria a través de un sistema nacional, con el objetivo de que estos se puedan analizar para identificar los clusters más afectados y los factores para la transmisión en los lugares de trabajo.
La intervención del Dr. Steve Wurzelbacher versó sobre la utilización de los datos de los sistemas de indemnizaciones a los empleados para evaluar los impactos de la Covid-19.
El Dr. Wurzelbacher hizo saber que en los Estados Unidos la indemnización trabaja con los sistemas administrativos que se utilizan para dar atención médica a quiénes presentan problemas de salud, y que la cobertura de seguros la proveen aseguradores privados o públicos, según lo dispuesto en las distintas regulaciones estatales. Los hospitales, aunque están auto asegurados, si reportan los datos al NIOSH al igual que los trabajadores del gobierno que están en el sistema federal, el cual –al ser parte de la prevención y control de las enfermedades– ha hecho estudios para ayudar a contestar diversas preguntas, tales como el tipo y tamaño de la industria y cuál es el impacto en el sistema total de indemnizaciones por todos los cambios relacionados con cómo se brindan los servicio médicos (como la Telemedicina) y cómo se hicieron los reclamos de los siniestros de los empleados que estuvieron infectados.
Para calcular el impacto de Covid-19 en los trabajadores se determinó una cohorte en donde se evaluaron los tratamientos, los diagnósticos, la hospitalización y los resultados. El sistema de indemnizaciones registró y publicó 160 mil siniestros y reclamos relacionados con las indemnizaciones a trabajadores que presentaron problemas de contagio durante la pandemia. Los siniestros se concentraron en la industria de venta al detalle y en los servicios médicos. Estos datos variaron por estado del 5 al 50% debido a distintos factores, situaciones y distintos hallazgos y permitió ver en qué casos se requirieron acciones rápidas para no afectar a todo el sistema.
El Dr. Wurzelbacher señaló como una limitación el hecho de que los estados tienen distintas formas de dar cobertura a los casos de Covid-19 y que sus definiciones de las indemnizaciones son diferentes conforme pasa el tiempo, dependiendo de cuáles son las pruebas confirmatorias. Por tanto, no se pueden utilizar los mismo datos de la misma manera, pues varían según la ocupación y la industria. El sistema de indemnización –explicó– está diseñado para considerar la recuperación, poder hacer un seguimiento de los casos y, con información bien representada de los impactos, evaluar a largo plazo el sistema de indemnización de los trabajadores. Finalmente, afirmó que el NIOSH trabaja en colaboración con otros aliados que están elaborando información detallada sobre censo de infectados en los estados de California, Illinois, Ohio, Washington, Wisconsin, el WCRI en Minnesota (el cual publica una muestra de todos los siniestros en 27 estados de la Unión Americana) y que seguirán recopilando información publicada por los estados, a fin de que paulatinamente se vayan conociendo los impactos a largo plazo.
Por: Redacción ESPM
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