Condiciones de salud, uso de servicios y protección financiera entre los pueblos indígenas de México
El 27 de agosto de 2024, como parte del Ciclo de Videoconferencias de la Escuela de Salud Pública de México (ESPM), el Dr. Sergio Meneses Navarro, Profesor-Investigador del CONAHCYT comisionado al CISS/INSP, expuso las condiciones de salud de las poblaciones indígenas en México, el uso que hacen de los servicios de salud, los aspectos de protección financiera relacionados y la respuesta del sistema de salud ante estas condiciones.
Para contextualizar su presentación, el Dr. Meneses Navarro mencionó que su exposición se basa en el trabajo del programa institucional sobre Salud de las Poblaciones Indígenas y en la labor del Observatorio de Salud de las Poblaciones Indígenas, establecido en el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) hace dos años. Este observatorio se encuentra actualmente en la elaboración del Primer Informe de Salud de las Poblaciones Indígenas de México, con el objetivo de contribuir a que las políticas públicas sean más efectivas en la reducción de las brechas de desigualdad en la salud de estas poblaciones.
Antecedentes
El Dr. Meneses Navarro repasó diversas obras y estudios que han abordado las condiciones de salud de las poblaciones indígenas en México, destacando:
- “Programas de salud en la situación intercultural”, del Dr. Gonzalo Aguirre Beltrán, que documenta los rezagos sufridos por las poblaciones indígenas debido a procesos de aculturación y propone una metodología para entender estos procesos a partir de las diferencias culturales.
- “La salud de las poblaciones indígenas de México”, coordinada en 1993 por el Dr. Jaime Sepúlveda, que aunque reconoce los determinantes sociales de la salud, no cuestiona la premisa culturalista.
- Informe de 2002 sobre las condiciones de salud de las poblaciones indígenas, elaborado por el extinto Instituto Nacional Indigenista (INI), que enfatiza el estado de la medicina tradicional.
- “Panorama de la salud de los pueblos indígenas en los albores del siglo XXI”, un estudio coordinado por la Dra. Graciela Freyermuth que inicialmente se enfocó en la salud de las mujeres indígenas y luego se amplió a todas las poblaciones indígenas.
Resultados
Según los datos de medición de pobreza recogidos por CONEVAL en 2018, aunque en México solo el 6% de la población habla una lengua indígena, el 20% de los mayores de tres años se autoidentifica como indígena. Esto significa que 2 de cada 10 personas mayores de tres años se consideran parte de la población indígena. El informe de 2018, el último que desglosa la medición de pobreza según pertenencia étnica, reveló que el 70% de la población indígena vivía en pobreza, y el 28% en pobreza extrema, comparado con solo el 5% de la población no indígena en esta última categoría. Aunque después de 2018 se observó una disminución general de la pobreza, la pobreza extrema no ha seguido la misma tendencia, manteniéndose en niveles elevados.
Entre 2008 y 2012, hubo una mejoría en algunas áreas, pero persisten dos tendencias clave: la brecha sistemática entre la población indígena y la no indígena, y las diferencias en el acceso a servicios de salud. De 2008 a 2018, la carencia de acceso a servicios de salud disminuyó significativamente, del 50% al 15% en la población indígena. Este es el único indicador donde la carencia es menor en la población indígena en comparación con la no indígena, gracias a políticas públicas como el Seguro Popular y el programa Oportunidades-PROSPERA, que implementaron acciones específicas para atender las necesidades de estas comunidades, reduciendo efectivamente esta carencia.
En cuanto al uso de servicios de salud por la población mayor de 15 años, la ENSANUT 2018-2019 mostró que el 80% de la población indígena utiliza servicios públicos de salud, 7 puntos porcentuales menos que la población no indígena. Sin embargo, la población indígena suele recurrir intensivamente a servicios privados, incluso cuando debe pagar de su bolsillo, especialmente en los consultorios adyacentes a farmacias (CAF) que ofrecen atención de primer nivel. Esta situación, según el Dr. Meneses Navarro, “desmiente el prejuicio de que la cosmovisión indígena es contraria a la racionalidad biomédica”. No obstante, las intervenciones de salud sexual y reproductiva son menores en municipios con más del 40% de población indígena, observándose una cobertura sistemáticamente inferior para estas comunidades, especialmente para las mujeres que residen en ellas. Además, la pandemia de COVID-19 exacerbó estas disparidades, con una mayor tasa de mortalidad en la población indígena, lo que evidencia la persistencia de la brecha entre poblaciones indígenas y no indígenas.
En cuanto a las mujeres embarazadas cubiertas por el Seguro Popular o el programa Prospera, se observó una mayor cobertura de pruebas de VIH. Sin embargo, en términos de cobertura efectiva de intervenciones de salud materna, las mujeres no indígenas recibieron una mejor atención entre 2012 y 2018. Durante el período 2018-2019, justo antes de la pandemia, hubo una disminución en las intervenciones de atención materna, atribuida a decisiones de política pública como la cancelación del Seguro Popular y del programa Oportunidades-PROSPERA. Aunque estas coberturas ya eran insatisfactorias, su cancelación afectó negativamente los niveles de atención, y durante la pandemia de COVID-19, las coberturas continuaron disminuyendo. A pesar de una recuperación parcial después de la pandemia, aún no se han alcanzado los niveles pre-COVID. Además, después de la pandemia, la fracción atribuible a discriminación en el acceso a servicios de salud aumentó a un preocupante 78%.
Entre 2008 y 2018, hubo una significativa reducción en la carencia de acceso a los servicios de salud entre la población indígena, del 50% al 15%, gracias a políticas públicas como el Seguro Popular y programas como Oportunidades-PROSPERA. Sin embargo, la cobertura en servicios de salud materna y otras intervenciones sigue siendo menor para las mujeres indígenas.
Estructuras Productoras de Desigualdad
El Dr. Meneses Navarro subrayó que la persistencia de desigualdades en las condiciones de salud de las poblaciones indígenas no se debe únicamente a diferencias culturales. En realidad, estas desigualdades están arraigadas en estructuras sociales y económicas basadas en ideologías racistas que estratifican a la sociedad en términos de acceso a recursos, poder y prestigio. Estas ideologías han sido históricamente institucionalizadas, influyendo en las políticas públicas y en la organización de los servicios de salud, donde las poblaciones indígenas han sido colocadas en una posición de inferioridad desde la época colonial.
Además, el Estado mexicano implementó durante el siglo XX un proceso de aculturación que buscaba que las poblaciones indígenas abandonaran sus “miserias culturales” para integrarse a la cultura nacional dominante. Este proceso no solo perpetuó la desigualdad, sino que también se convirtió en una barrera de acceso a servicios de salud de calidad, afectando negativamente las condiciones de salud de las personas indígenas.
Recomendaciones
Para concluir su conferencia, el Dr. Sergio Meneses propuso las siguientes recomendaciones:
- Evitar enfoques culturalistas que oculten las desigualdades estructurales.
- Implementar acciones antidiscriminatorias y antirracistas en todo el sistema de salud.
- Incorporar medidas técnicas que garanticen un trato digno y promuevan la autonomía de los usuarios de los servicios de salud.
- Establecer mecanismos efectivos de protección financiera.
- Continuar con los esfuerzos de monitoreo y documentación de las condiciones de salud para cerrar las brechas existentes.
Para conocer a detalle lo expuesto en esta videoconferencia, consulta la grabación en nuestro canal de YouTube: